miércoles, 15 de abril de 2009

¿Dos países?

Creo que la expresión dice algo así: "vuelva el burro a la noria" y, efectivamente, vuelvo a una de mis preocupaciones más persistentes. La pertinaz acción disociadora de los medios en busca de réditos políticos inmediatos para asegurar sus intereses.
Enfrentar al demonizado conurbano con el lector medio de La Nación o Clarin, prototipo de clase media en todas sus versiones.
En tanto no se pueda clarificar la disputa de proyectos y cómo inciden cada uno de ellos en la vida cotidiana de la clase media, dependiente en general de los avatares del Estado, se profundizarán las grietas.
Cuando estos medios dicen conurbano se refieren a los pobres del conurbano. Los otros serán de Banfield, Lomas, Bella Vista, Pilar, nunca del conurbano.
Las empresas de prensa lo saben y trabajan denodadamente para reforzarlo:

miércoles, 1 de abril de 2009

Alfonsín

Como recordatorio por la muerte del ex presidente, me gustaría señalar los alcances y límites de lo actuado por Alfonsín en la historia reciente del país. Durante los primeros años de la dictadura abogaba por una salida pactada con los militares -al igual que los demás dirigentes de los partidos políticos tradicionales; luego, con el gobierno militar desgastado por la luchas de la sociedad civil -trabajadores, familiares de desaparecidos, organismos de DDHH, entro otros- cabe reconocer que fue el único candidato que levantó las demandas de revisar y juzgar lo actuado durante el terrorismo de estado. Impulsó el Juicio a las Juntas, pero también durante su mandato se aprobaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Cabe criticarle el haber rechazado sistemáticamente la posibilidad de hacer alianzas con los sectores populares y políticos movilizados en defensa de la democracia y las instituciones en el contexto del Juicio a las Juntas y en los levantamientos carapintadas de Semana Santa. Alfonsín prefirió pactar con los \"héroes de Malvinas\", en sus propias palabras.
En este mismo sentidose le deben reprochar también las capitulaciones ante los agentes económicos que generaron la hiperinflación: los \"Capitanes de la Industria\" -los Grupos Económicos de capital concentrado interno- y los acreedores externos de quienes luego tomó el diagnóstico neoliberal que lo llevó a realizar el primer intento privatizador allá por 1987, tiempo en el que se había acercado al economista de la dictadura y el establishment, Roberto Alemann. Concluyendo, más allá de las expectativas democratizantes y redistributivas que generó, terminó favoreciendo el afianzamiento del regresivo modelo económico instalado con la dictadura y luego, contribuyó también al desarme de la democracia, entre otras cosas con su apoyo a las leyes de Reforma del Estado y Ley de Emergencia económica y también con su posterior participación en el \"pacto de Olivos\".
Más allá de todo lo dicho, es justo reconocer que Raúl Alfonsín fue un hombre político, que pudo y no pudo hacer lo que quiso, que quiso hacer diferente a lo que hubieramos querido que haga, pero que fue un buen hombre.